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El virus del coronavirus muta y es nuestro deber estar alertas

Llegaron las vacunas, buenas noticias, y llegaron rápido, felicitaciones a los laboratorios. Estamos esperando nuestro turno de vacunarnos, buenas noticias, quiere decir que aún estamos vivos.

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Por Gustavo Gac-Artigas

Nueva York – No hay que ser alarmistas, cierto, hay que ser optimistas, cierto, hay que hacer como en los matrimonios, en las buenas y en las malas.

Las buenas, es fin de año y pensamos, tras las vacas flacas vienen las vacas gordas, sabiduría de campesino; es imposible que haya otro año tan malo como éste, sabiduría sin asidero científico, algo así como si cierro los ojos y si lo pienso intensamente mi deseo se cumplirá, sabiduría de avestruz o de dogma.

Llegaron las vacunas, buenas noticias, y llegaron rápido, felicitaciones a los laboratorios. Estamos esperando nuestro turno de vacunarnos, buenas noticias, quiere decir que aún estamos vivos.

Conocemos las normas básicas que, más allá de la vacuna, nos ayudarían a contener la peste, buena noticia. No hacemos caso, mala noticia, somos humanamente bestias.

Se votó la ley de rescate, buena noticia, la ayuda a los individuos golpeados por el desempleo pudo ser mayor. Afortunadamente, entre las cúpulas intransigentes de ambos partidos -los “o todo o nada”, los del cálculo politiquero electoralista- los moderados de ambos partidos llegaron a un acuerdo y la racionalidad volvió a funcionar; mala noticia, demoraron demasiado, el sufrimiento causado deja huella, y el hambre deja una herida indeleble en los niños.

Santa viene, buena noticia. Tendrá que secar muchas lágrimas, dar muchas explicaciones, repartir abrazos y esperanza, pero a veces la alegría dura tan poco que no alcanza para todos. No hemos ganado la batalla, ni contra la pobreza, el racismo y la desigualdad, ni contra la pandemia, mala noticia.

El virus muta y una nueva cepa desafía la inteligencia humana, mala noticia; la ciencia responde poniéndose en alerta, buena noticia, el comportamiento humano, no, mala noticia.

El virus muta rápidamente, mala noticia. Se sabía que iba a mutar, como la influenza, lo que no se pensaba era que iba a mutar tan rápidamente, que iba a desafiar a las vacunas, que las nuevas cepas aprenderían a escapar de la detección del sistema inmunitario. Si fuera un ente pensante diríamos que es inteligente, que sabe que en la rapidez de propagación está su supervivencia.

Nuestra especie cantó victoria, la esperanza regresó a nuestros espíritus, la vacuna está en camino. La ciencia nos arrojó un salvavidas, algunos lo ignoran, desafían la tormenta y la razón, mal que mal somos humanos, y los humanos somos superiores, se dicen, somos valientes, desafiamos la regla y el peligro, hemos vencido otros peligros y sobrevivimos, somos la especie superior, somos indestructibles. La estupidez no tiene limites, constatamos.

Hoy, la nueva cepa nos desafía, se aprovecha de nuestros errores y más que de nuestros errores de nuestras debilidades, de nuestra falta de visión, de nuestro comportamiento. Somos seres humanos y queremos vivir en sociedad, queremos reunirnos más allá de las reglas, más allá de toda lógica, mas allá de la memoria colectiva, mas allá de la vida o de la muerte sirviendo así de aliados a la peste. Como el príncipe Próspero seguimos en la fiesta. A diferencia del príncipe Próspero que se encerró en su castillo, nosotros viajamos alegremente por el mundo llevando en nuestro cuerpo un regalo invisible.

Buena noticia, queremos vivir en sociedad, somos seres sociables, mala noticia, para vivir en sociedad necesitamos salvar la sociedad y para ello tenemos que pensar, pensar en nosotros, en nuestra familia, en nuestros amigos, en nuestros vecinos, en nuestro barrio. Mala noticia, hace rato que dejamos de pensar en ello.

El mutante se propaga hoy en Inglaterra, la experiencia indica que hay que cercarlo para contenerlo, que hay que buscarlo para ver en qué otros países se encuentra, entre ellos buscarlo en el nuestro, y tomar las medidas para cercarlo. Veinte vuelos llegan diariamente desde Inglaterra. Buena noticia, cuando en Inglaterra detectaron el mutante inmediatamente se tomaron drásticas medidas para impedir su propagación prácticamente aislando Londres y sus alrededores.

Mala noticia, la variante se propaga con mayor rapidez, es 70 % más transmisible y la nueva cepa es más agresiva que la anterior. El 60 % de las nuevas infecciones en Londres se deben a ésta. Hoy hay ya más de 40 países que suspendieron los vuelos desde Inglaterra mientras estudian medidas comunes a tomar para contener su propagación. Estados Unidos demora en tomar medidas mientras el mutante se propaga alegremente llevado por los viajeros. La nueva variante ya ha sido detectada en pequeñas cantidades en Dinamarca, los Países Bajos y Bélgica y se sigue buscando.

Buena noticia, es fin de año, y podemos encabezar la lista de buenas intenciones con la primera: protegernos. Protegernos para volver a vivir y funcionar en sociedad, para derrotar la primera peste; si la primera no tiene cuerpos de que alimentarse reducimos la posibilidad de que se propague, se reproduzca, mute, y alejamos la segunda cepa hasta que podamos controlar el virus. Hay que ser optimistas, la ciencia está de nuestro lado, pero la ciencia sin nuestra ayuda es impotente, tenemos que darle tiempo a la ciencia y no alimento a la pandemia.

Más vale prevenir que curar, se decía en el pasado, buena noticia, es una verdad de Perogrullo, y tan fácil de aplicar.

Buena noticia, la democracia funcionó en Estados Unidos y tenemos un nuevo presidente, electo, y ratificado. Mala noticia, en un tiempo de crisis en que cada minuto cuenta estamos sin gobierno y el actual presidente navega por las nubes de la irracionalidad tan lejos de la realidad buscando mutar de presidente saliente a dictador entrante. Buena noticia, contra ese virus estamos vacunados y sus desvaríos no tienen efecto.

Gustavo Gac-Artigas, escritor y director de teatro chileno, miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE). Reside en Nueva Jersey

(Las Tribunas expresan la opinión de los autores, sin que EFE comparta necesariamente sus puntos de vista)

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