Nueva York – La madrugada del 25 de junio de 2009, el médico de Michael Jackson entra en su habitación y lo encuentra sin respiración. Su pulso es apenas detectable. Horas más tarde se declara su muerte en el Centro Médico de la UCLA Ronald Reagan, y la noticia da la vuelta al mundo.El caso de Michael Jackson fue «tan famoso que no lo conoce nadie». Esa es la respuesta que da la autora a por qué se ha involucrado en la investigación de lo que pudo suceder esa noche. La versión oficial no le cuadra. El resultado de sus investigaciones conforman el presente volumen, donde nos deja ver el perfil de Jackson y la autopsia psicológica que realiza, bajo los extraños misterios de su muerte. En este libro, Calleja abre una minuciosa investigación, en la que el lector podrá resolver al mismo tiempo las incógnitas que diez años después de su muerte continúan sin respuesta.

¿De dónde nació al idea de hacer este documento investigativo sobre una de las muertes más comentadas del mundo del entretenimiento?
–  De una fotografía que tengo en el archivo de mi anterior libro “Diana, réquiem por una mentira”, donde aparece la princesa Diana de Gales, junto a Michael Jackson. Me resultó entrañable,  y pensé en ciertos paralelismos de sus vidas; ambos habían gozado de éxito, popularidad; habían muerto a edades prematuras; las investigaciones sobre sus muertes dejaban muchas preguntas por resolver…

¿Por qué no crees la versión oficial y a qué te refieres al decir que este caso es “tan famoso que no lo conoce nadie“?
– No creo en la verdad oficial porque me plantea más preguntas que respuestas. El juicio que hubo contra Conrad Murray -el médico-, dejó asentada la verdad judicial, pero la realidad es bien distinta. En el libro muestro los documentos más relevantes de la investigación para que el lector tenga a su disposiciónestos documentos (autopsia, testamento, atestados, informes…) y los datos, para que saque sus propias conclusiones.
Son muchas las circunstancias que ponen en evidencia las sospechas: la tardanza de más de dos horas en llamar a los servicios de emergencia; que no se extrajeran huellas dactilares en la escena de la muerte; las incongruencias que existen en los diferentes informes oficiales; que nadie del equipo médico de Jackson diera su versión médica de la muerte; que una de las jeringuillas utilizadas la noche de la muerte no apareciera; que no se precinte la habitación tras la muerte… Juzguen ustedes.

“Tan famoso que no lo conoce nadie” He intentado poner al descubierto simplemente a Michael, Michael frente al espejo. Fuera del espejo, lo que el público veía, era a dos Michael distintos. Unos se fijaban en el artista excéntrico que usaba mascarillas. El hombre de dudosa reputación que había sido acusado de abuso de menores. Otros, veían al fabuloso Jackson. Al que fue niño prodigio, bailarín como ninguno, y una estrella capaz de brillar con luz propia… Admirado por muchos, y criticado por otros.
Frente al espejo, es más difícil de describir, porque el Jackson que se encuentra frente al espejo forma parte de las circunstancias que lo llevaron a ello. No fue fácil ser Michael Jackson.

¿Hablaste con los familiares del Rey del Pop? ¿Cuál es la versión de ellos acerca de su muerte?
– La mayor parte de su familia no cree que la muerte de Michael Jackson fuera accidental.

¿A quién benefició la muerte de Michael Jackson?
– Si hablamos de un tema económico, Michael Jackson es el artista muerto que más dinero ingresa, algunos años, incluso es el artista que más ingresa entre los vivos. Beneficia a la industria musical (promotora, discográfica, espectáculo, descargas…), a los portadores de la marca “Michael Jackson”, a sus herederos…

¿Qué otras verdades llegaste a descubrir en esta investigación acerca de Michael Jackson?
– La autopsia de Jackson es un documento que llama la atención. En las condiciones físicas que se encontraba (artrosis, artritis, próstata, lupus…) los días previos a su muerte, es imposible que los cercanos a Jackson en ese momento no supieran que de ninguna manera podía enfrentarse a los 50 conciertos que tenía previsto realizar para la gira “This is it”; por no hablar de ciertas sustancias que se encuentran en  estómago de Jackson,, y que alguien  -no él- las introdujo con algún fin.
Por otro lado está el médico, Conrad Murray, acusado de homicidio involuntario. Mire usted, el médico podía ser muchas cosas, pero de ninguna manera fuel el asesino de Jackson. Sin duda, fue otra víctima.

Nació en Barcelona, y estudió Geografía e Historia en la UNED. Tiene un Máster of Arts in Counseling Psychology, y es Perito Judicial en Criminología, Psicología Forense, y Per les Criminales. Lleva décadas investigando casos polémicos, con posibles fallos en la investigación oficial, para tratar de dar respuesta a las grandes incógnitas que plantean y que a menudo parecen esconderse de forma deliberada. Sus libros proponen un reto para el lector, que es invitado a planteárselos e investigar así con ella.