Por: Gustavo Reyes
@gustavoreyesnyc
Fotos: Telemundo

Ambientada en 1910 e inspirada en hechos de la vida real, ‘Malverde: El Santo Patrón’ cuenta la historia de Jesús Malverde, un joven de Sinaloa, México, que se convirtió en una figura legendaria, defensor del pueblo, de inocentes y de los desposeídos.

La electrizante producción sigue la vida de Malverde desde su convulsionada infancia como huérfano hasta el advenimiento de la Revolución Mexicana, donde experimentó los suplicios de la guerra, el peligro y el amor mientras iba acumulando un poder inesperado.

En esta ocasión hablamos con la actriz Isabella Castillo quién se transformó por completo para encarnar a la “China Navajas”, la compañera más leal de Malverde y quién jugará un papel muy importante en su vid amorosa.

¿Cómo te sientes de volver a la tv y con un papel completamente diferente?
– Feliz. Simplemente feliz con esta oportunidad que como dices es completamente diferente a todo lo que venía haciendo. Hasta hubo cambio de look y todo (risas).

Isabella, ¿quién es la China Navajas?
– La ‘China Navajas’ es la única mujer en la banda que acompaña a Malverde, su más ardiente defensora y experta en el dominio de las navajas. Antes de conocer a Malverde, La China se vio atrapada, herida y al borde de la muerte, pero Malverde la encontró y sanó sus heridas para luego darle albergue entre los suyos. Así, eventualmente, la China Navajas se convirtió en la mano derecha de Malverde.

¿Qué es lo que más te impactó del personaje y qué características compartes con la China?
– La China es noble, pero se niega a mostrar debilidad como mujer en un mundo de hombres. Me gusta que es sumamente inteligente e intuitiva, rebelde y valiente.

¿Y aprendiste a manejar las navajas?
– Por supuesto, tuvimos clases tanto de manejo de armas como entrenamiento personal para muchas de las escenas que actualmente están viendo.

¿Cuál es la relación de la China y Malverde?
– La China considera a Malverde el equivalente de Dios, quien hace el bien repartiendo justicia al robarle a los ricos para darle de comer a los pobres, un santo que obra milagros con sus propias manos gracias al conocimiento heredado de los indios Yoremes.