Israel, una fábrica de ideas con muchos ingredientes
En la inauguración de la jornada de hoy, acompañado de la ministra de Innovación francesa, Axelle Lemaire, y del presidente de la operadora Orange, Stéphane Richard, que acaba de firmar un acuerdo con una empresa israelí, Yossi Vardi ha explicado que esa prioridad de juntarse con la gente que vale no debe aplicarse sólo a los negocios, sino en general a todo en la vida.
Nueva York – El liderazgo emprendedor de Israel, “una enorme fábrica de ideas” con un potente ecosistema de empresas e inversores para su materialización e impulso con éxito, se debe a muchos factores, no a uno en concreto, ha dicho hoy Yossi Vardi, conocido como “el padrino” del emprendimiento en ese país.
Lo principal es saber seleccionar a las personas correctas con talento profesional y humano para trabajar en equipo, capaces de convertir sus proyectos innovadores en negocios, ha explicado Vardi, en rueda de prensa tras la inauguración de la jornada de conferencias que se celebra hoy en Tel Aviv, en el marco de DLD, la mayor feria de alta tecnología en Israel.
“El éxito no se debe tanto a las ideas creativas o innovadoras, sino a las personas que están detrás”, ha insistido, tras recordar que un tercio de las empresas emergentes de base tecnológica en sus primeras fases fracasan por problemas de entendimiento entre sus fundadores.
Yossi Vardi, uno de los primeros empresarios de alta tecnología de Israel, e inversor en 86 compañías emergentes, prácticamente todas israelíes, es además presidente honorífico de la plataforma 4YFN, de la Fundación Mobile World Capital Barcelona (MWCapital).
En la inauguración de la jornada de hoy, acompañado de la ministra de Innovación francesa, Axelle Lemaire, y del presidente de la operadora Orange, Stéphane Richard, que acaba de firmar un acuerdo con una empresa israelí, Yossi Vardi ha explicado que esa prioridad de juntarse con la gente que vale no debe aplicarse sólo a los negocios, sino en general a todo en la vida.
Yossi Vardi, que fue cofundador y presidente de Tekem, una de las primeras compañías de software en Israel, en 1996 se convirtió en el inversor fundador de Mirabilis, la compañía que inventó el sistema de mensajería ICQ, y también fue inversor principal en Answers.com, además de en otras empresas de internet y juegos.
“Creo que la gente en otros países empieza a entender la importancia de lo que es un ecosistema propicio para el emprendimiento como el de Israel”, explicó Vardi, en alusión a los grandes inversores que financian proyectos de gran calidad de pequeñas empresas con grandes ideas, y que pueden conectar fácilmente en un mismo entorno con aceleradoras y grandes compañías.
Además, según Vardi, se necesita una buena educación desde las escuelas y por supuesto en la Universidad, y tecnología, ingenieros, académicos, expertos.
Y también valores como la tenacidad y perseverancia sin temor al fracaso, innatos en el ADN israelí, moldeado por un servicio militar obligatorio que enseña a resolver problemas, tomar decisiones complicadas e incluso desafiar a la autoridad, añadió Vardi.
En el mismo marco de la feria, en un encuentro posterior con periodistas internacionales, el jefe de la Oficina Científica de Israel, Avi Hasson, ha explicado que la continuada política de apoyo al emprendedor en fases emergentes en Israel ha sido clave asimismo para convertirlo en líder en innovación, con 5.000 empresas emergentes y una inversión anual en I+D del 4,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
Sobre esa figura que funciona desde la década de los setenta en Israel y que se mantiene sin que ningún Gobierno cuestione su existencia, ha dicho, pasará en breve a llamarse Autoridad para la Innovación, dotada de mayores funciones y presupuesto del que tiene en estos momentos, y que depende del Ministerio de Economía.
El éxito de esta entidad es su potestad para centralizar todas las decisiones sobre I+D de manera global y destinar cada partida presupuestaria a prioridades muy bien definidas, además de establecer el marco fiscal y regulatorio para los emprendedores de manera que puedan prosperar inicialmente y colaborar posteriormente con la economía del país.
“Como toda buena receta, en innovación un solo ingrediente no es suficiente, sino que se necesitan varios”, concluye Hasson.EFE