Ana Mengotti

Nueva York – “Los mayores primero”. Con ese lema que no se cansa de repetir, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha dado prioridad en la vacunación contra la covid-19 a los floridanos de edad, como los que viven en The Palace, una lujosa residencia de la tercera edad donde la vacuna se agradece en español.

“Me siendo súper aliviada”, declaró a Efe la asistente de enfermería Luz Frondón poco minutos después de recibir la primera dosis de la vacuna de Pfeizer en un corredor al aire libre de esta residencia, la “número uno” de Miami y de la Florida, según sus directivos.

Frondón, de 44 años, contó que padece una “enfermedad primaria”, por lo que su riesgo de contagio es en principio mayor y ha estado “muy asustada”, y aseguró que su vida va a cambiar con la vacuna, porque va a sentirse mucho más “relajada” y segura.

Cerca de ella, en la zona de los ya vacunados, que por seguridad deben reposar 15 minutos antes de volver al interior de la residencia, una mujer de 88 años y origen puertorriqueño, que no quiso dar su nombre, dijo con un hilo de voz que no ha sentido dolor con el pinchazo.

Cuando se le preguntó si le parece bien que las personas mayores tengan prioridad en esto respondió: “sí y no”.

El “no” es porque cree que las personas como ella ya están “de pasada” y que “los que llevan el mundo ahora” también deberían tener la oportunidad de librarse del riesgo de una enfermedad que poco más de un año después de su aparición sigue propagándose y causando muertes por todo el planeta.

FLORIDA, PIONERA EN VACUNACIÓN DE PERSONAS A PARTIR DE 65 AÑOS

En Florida la vacunación contra la covid-19 comenzó a mediados de diciembre y por ahora solo pueden recibir la vacuna el personal sanitario de primera línea, los residentes en centros de la tercera edad y las personas que los cuidan, y los mayores de 65 años en general.

El haber dado prioridad al grupo de 65 años en adelante, en el que están 4,5 millones de personas en Florida, ha hecho de este estado, que es uno de los preferidos en Estados Unidos para retirarse, un pionero.

Según ha trascendido hoy, en sus nuevas directrices para afrontar la pandemia los Centros de Control de Prevención y Enfermedades (CDC) va a recomendar que no solo tengan prioridad en la vacunación los mayores de 75 años sino los de 65 años en adelante.

De las vacunas administradas hasta ahora en el llamado “estado del sol” (587.956 a día de hoy), aproximadamente la mitad han sido aplicadas a mayores de 65.

En The Palace, cuyo vestíbulo es propio de un hotel de cinco estrellas y la piscina cubierta parece copiada de una mansión hollywoodense, hoy no es un día cualquiera.

UNA JORNADA PARTICULAR

Es el primer día de vacunación y está previsto administrar unas 370 dosis, dijo a Efe Manuel Alveares, director de Servicios al Consumidor de esta residencia.

Dentro de 21 días volverá a repetirse la escena de hoy, pues los inmunizados aun necesitan recibir la segunda dosis de la vacuna.

Alveares dijo que ha habido “muy poquitos” casos de covid-19 en The Palace, pero rehusó dar una cifra. Eso sí, no hubo que lamentar un solo muerto por esta enfermedad, asegura con orgullo.

“Hemos tenido entre un 85 y un 90 % de aceptación de la vacuna. Los pocos que no han querida vacunarse hoy alegan miedo a sufrir una reacción alérgica y dicen que quieren esperar más, lo que es obviamente entendible”, agregó.

Como si se tratase de una evacuación, los residentes, muchos con sillas de ruedas y andadores, se encontraban en una zona exterior al edificio, al igual que el personal de enfermería, esperando a ser llamados para arremangarse y dejarse inyectar por los técnicos de una conocida cadena de farmacias.

El Gobierno de Florida ha asociado a las farmacias a la tarea de administrar la vacuna, en la que se sustenta prácticamente toda la estrategia de lucha contra la enfermedad en este estado, que es el tercero en número de casos (casi 1,5 millones) y el cuarto en número de muertes (más de 23.000) por covid-19 de todo EE.UU.

Dolores Domit, una española de Alicante que cuenta con 85 años muy bien llevados y una hija y una nieta en Miami, era de las que esperaban la vacuna.

“Yo vivo entre mucha gente y por el bienestar de todo el mundo y el mío propio, me quiero vacunar para dormir tranquila por la noche”, señaló a Efe Domit, quien como todos los demás tuvo que firmar un documento dando su consentimiento para la inoculación.

Albin Rubistein, con gorra de capitán y un andador que le ayuda a desplazarse en medio del trajín de la vacunación, tampoco sintió nada al ponerse la vacuna.

Llegó hace poco más de un año a The Palace y solo habían pasado seis semanas cuando se desató la pandemia y las medidas de aislamiento y distanciamiento obligaron a reducir las actividades sociales de los residentes. “Extraño mi casa”, indicó.

Como despedida dijo en inglés “Seniors First”, el lema de la vacunación en Florida. EFE News