Proyecto de conservación integra a productores de carne y soja en Paraguay
Esta iniciativa se enmarca dentro del Proyecto Paisajes de Producción Verde, liderado por la Secretaría del Ambiente (SEAM) de Paraguay y supervisado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), como explicó a Efe su coordinadora, Mirtha Giménez.
Nueva York – Un proyecto de conservación medioambiental en el Bosque Atlántico del Alto Paraná (Baapa), en la región oriental de Paraguay, ha logrado comprometer a algunos productores de carne bovina y de soja, ambas causantes de buena parte de la deforestación, para cuidar el paisaje en esta zona.
Esta iniciativa se enmarca dentro del Proyecto Paisajes de Producción Verde, liderado por la Secretaría del Ambiente (SEAM) de Paraguay y supervisado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), como explicó a Efe su coordinadora, Mirtha Giménez.
El Baapa, o Selva Paranaense, como también se la conoce, es uno de los ecosistemas más amenazados del mundo y solamente 7 % aproximadamente de su superficie original se conserva inalterada.
Los datos que manejan desde el Proyecto Paisajes de Producción Verde y Instituto Forestal Nacional (Infona) muestran una pérdida de más de 2 millones de hectáreas entre 1990 y 2015, cuando la cobertura boscosa era algo superior a los 1,7 millones de hectáreas.
Para evitar que la deforestación siga avanzando en este territorio, el proyecto, iniciado en julio de 2015 y cuya fecha de finalización está prevista para 2020, cuenta con una financiación de 6,8 millones de dólares del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM).
“El objetivo es aumentar la productividad de las “commodities” (materias primas), que en Paraguay son la soja y la carne bovina, de forma medioambientalmente amigable”, sostuvo Giménez y añadió que, en el pasado, el exceso de producción “ha sacrificado los bosques”.
El objetivo es que la producción agroganadera en el país no siga ese camino y, para ello, los responsables del proyecto se centraron en buscar el respaldo de los medianos y grandes productores que operan en los departamentos de Alto Paraná, Itapúa y Caazapá, en la región oriental de Paraguay.
El trabajo con ellos se ha materializado en la creación de “plataformas de soja y de carne, espacios a los que acceden los productores, dialogan, exponen sus problemas y generan compromisos”, dijo la coordinadora.
“Hasta ahora tenemos un involucramiento 100 % por parte de la plataforma y nosotros hemos pasado a ser observadores”, declaró.
Además de este entendimiento con los productores, el Proyecto de Paisajes de Producción Verde también implica a la banca privada, para que ofrezcan incentivos a los productores que se comprometan con la política de deforestación cero.
Asimismo, parte del monto destinado por el FMAM se ha asignado a “fortalecer a los entes gubernamentales que estaban desprovistos de insumos materiales, para que puedan trabajar” y otras cantidades se han empleado en llevar el proyecto sobre el terreno.
“Buscamos la implementación en el campo, que se vuelva a reforestar esa zona, pero desde nuestras oficinas no podemos lograrlo”, destacó Giménez.
Aunque el impacto de este proyecto en el Baapa todavía no se puede cuantificar, el éxito en el modo de trabajo ha permitido que una iniciativa se replique en el Chaco paraguayo, otra de las ecorregiones de Paraguay, donde se diferencia el Chacho seco y el Chaco húmedo, y que se extiende también por Bolivia y Argentina.
Estas ecorregiones incluyen, además del Chaco y el Baapa, el Pantanal, el humedal más extenso del mundo, en la frontera con Brasil; y el Cerrado, en el noroeste. EFE