Punto más luminoso es un agujero negro y no una estrella brillante
El trabajo, resultado de las observaciones de varios centros, incluido el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), se publica hoy en Nature Astronomy.
Nueva York – Hasta ahora, se pensaba que ASASSN-15lh -un punto de luz en una galaxia lejana extraordinariamente luminoso-, era la estrella más brillante jamás observada. Ahora, un estudio internacional sostiene que esa fuente luminosa es un agujero negro engullendo a una estrella que pasó demasiado cerca.
El trabajo, resultado de las observaciones de varios centros, incluido el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), se publica hoy en Nature Astronomy.
ASASSN-15lh fue descubierto el año pasado durante un sondeo automatizado de todo el cielo en busca de supernovas, estrellas en explosión que liberan enormes cantidades de energía y luz.
El punto luminoso fue detectado y clasificado como una supernova superluminosa, es decir, la explosión, al final de su vida, de una estrella “extremadamente” masiva.
La estrella era dos veces más brillante que la que -hasta ese día- ostentaba el récord del mundo y, en su apogeo, era veinte veces más brillante que la luz total de la Vía Láctea entera.
Pero ahora, un equipo internacional, liderado por Giorgos Leloudas del Instituto Weizmann de Ciencias (Israel) y por el Centro de Cosmología Oscura (Dinamarca), ha llevado a cabo más observaciones de la galaxia lejana en la que tuvo lugar la explosión (situada a unos 4.000 millones años luz de la Tierra) y propone una nueva explicación para este extraordinario evento.
Tras observar la fuente durante diez meses, “hemos llegado a la conclusión de que la explicación no encaja con una supernova extraordinariamente brillante. Nuestros resultados indican que el evento fue causado, probablemente, por un agujero negro supermasivo que gira a mucha velocidad a medida que destruye a una estrella de baja masa”, explica Leloudas.
El estudio sostiene que las fuerzas gravitatorias extremas de un agujero negro supermasivo, situado en el centro de la galaxia anfitriona, han desgarrado a una estrella similar a nuestro Sol que se hallaba demasiado cerca (lo que se conoce como “evento de disrupción de marea”, algo que hasta ahora solo se ha observado una decena de veces).
El agujero negro absorbió a la estrella en un proceso conocido como “espaguetificación”, que es como el astrónomo Stephen Hawking describía a un astronauta que atravesara un agujero negro, “aplastado como un espagueti”.
Los choques entre agujero negro y estrella y el calor generado por la agregación de materia hicieron el resto y provocaron una explosión de luz semejante a la que se produce con la explosión de una supernova muy brillante, lo suficiente para confundir a los astrónomos.
El equipo ha llegado a las nuevas conclusiones gracias a las observaciones hechas con algunos de los telescopios más importantes del mundo, tanto en tierra como en el espacio, como el VLT (Very Large Telescope) en el Observatorio Paranal de ESO; el telescopio NTT (New Technology Telescope) en el Observatorio La Silla de ESO; y el Telescopio Espacial Hubble de NASA/ESA.
Además, “hay varios aspectos independientes a las observaciones que sugieren que este evento fue, en efecto, una alteración de la marea y no una supernova superluminosa”, explica el coautor Morgan Fraser, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), -ahora en la University College de Dublín-.
En concreto, los datos revelaron que el evento pasó por tres fases distintas durante los 10 meses de observaciones realizadas, y el conjunto total de los datos es más parecido a lo que se espera de una interrupción de marea que a una supernova superluminosa.
Además, se ha observado un rebrote de brillo en luz ultravioleta, así como un aumento de temperatura, lo cual reduce la probabilidad de que se trate de una supernova, según los astrónomos.
Por último, el evento ha tenido lugar en un lugar -una galaxia roja, masiva y pasiva- que no es el habitual para estos eventos de explosión de supernova superluminosa, que suelen acontecer en galaxias enanas con formación estelar. EFE