Urgen acoger a trabajadores inmigrantes ante retos de la economía de EEUU
"La fuerza laboral estadounidense estará bajo una enorme presión a medida que los cambios demográficos impacten en la economía en general", indicaron los autores del estudio Tony Payan, director del Centro del Instituto Baker para Estados Unidos y México, y Pamela Lizette Cruz, analista de investigación.
Nueva York – Con el envejecimiento y ralentización del crecimiento poblacional en Estados Unidos, las autoridades migratorias deberían permitir una mayor afluencia de trabajadores inmigrantes para mantener la competitividad económica del país, según un estudio divulgado este miércoles por el Instituto Baker de la Universidad Rice.
“El envejecimiento de la población nativa impactará el mercado laboral sin la afluencia de trabajadores”, alertaron los investigadores de ese centro docente con sede en Houston (Texas), y señalaron que la inmigración debe verse como una “oportunidad” para resolver el problema.
“La fuerza laboral estadounidense estará bajo una enorme presión a medida que los cambios demográficos impacten en la economía en general”, indicaron los autores del estudio Tony Payan, director del Centro del Instituto Baker para Estados Unidos y México, y Pamela Lizette Cruz, analista de investigación.
Subrayaron que una reforma migratoria “es clave para mantener competitiva la economía estadounidense” y criticaron que el sistema migratorio del país no está haciendo su trabajo.
“No está proporcionando a la economía de la nación suficientes trabajadores altamente calificados y productivos para crecer y seguir siendo competitivos a escala mundial”, indicaron.
CRECIMIENTO EN DESCENSO
Datos oficiales sugieren que la desaceleración del crecimiento y el envejecimiento de la población durante años amenazan el mercado laboral.
En 2021, la población creció a la tasa más baja desde la fundación de la nación: solo el 0,1 %.
Además, la Oficina del Censo proyecta que para 2034 los estadounidenses mayores de 65 años superarán en número a los menores de 18 años por primera vez en la historia de la nación.
“La reforma migratoria podría aliviar la presión causada por estas tendencias demográficas y asegurar la estabilidad y competitividad de Estados Unidos en la economía global”, enfatizaron los autores.
“Existe una necesidad urgente de que el Congreso actúe, especialmente después de que la pandemia de covid-19 resaltó las muchas barreras, desafíos, vulnerabilidades e inequidades que enfrentan las poblaciones vulnerables”, detalla el análisis.
En ese sentido se refiere a los inmigrantes y personas adultas mayores.
Según el Centro de Investigaciones Pew, los inmigrantes se vieron más afectados al comienzo de la pandemia que los trabajadores nacidos en el país.
Esta comunidad que en 2020 tenía 27,3 millones de trabajadores (el 17 % de la fuerza laboral total del país) perdió más puestos de trabajo, pero para 2021 el desempleo entre los inmigrantes equiparó al de los nacidos en el país.
“Es primordial que Estados Unidos invierta en su fuerza laboral esencial ahora y en el futuro”, agrega el análisis de la Universidad Rice.
“Aunque hay más estadounidenses mayores trabajando que en décadas anteriores, su número no se mantendrá al día con la necesidad de mano de obra en sectores clave de la economía, especialmente en las industrias de servicios”, especifica.
INMIGRACIÓN, LA ESPERANZA
Según el informe, en la próxima década la inmigración internacional neta a EE.UU. superará a los nacimientos nativos como el principal impulsor del crecimiento de la población.
Las tasas de fertilidad estadounidenses cayeron un 4 % en 2020, un mínimo histórico para el país.
“Y debido a que, cada vez más, los inmigrantes de América Latina y Asia son más jóvenes y sus tasas de fertilidad son más altas que en años anteriores, Estados Unidos se volverá más étnicamente diverso”, escriben los autores.
Actualmente, las personas de color representan el 23 % de la población de 65 años o más en EE.UU. Se prevé que esa proporción aumente al 45 % para 2060.
“Esto tendrá serias implicaciones para el desarrollo de una fuerza laboral con habilidades lingüísticas y culturales que se ajusten a las necesidades de una población creciente y diversa”, detallan.
Payán y Cruz argumentan que EE.UU. debe establecer nuevas vías de inmigración legal y ampliar las existentes para abordar las necesidades futuras de la economía.
“Determinar el nivel ideal de flujos de inmigrantes es un desafío y, a menudo, está politizado y polarizado”, se lamentaron.
Sin embargo, Estados Unidos “debe modernizar un sistema de inmigración obsoleto que es incapaz de adaptarse a los problemas a largo plazo que se avecinan”, escriben.
“Prepararse para los cambios que se avecinan va más allá de estudiar las tendencias demográficas; requiere estrategias innovadoras y respuestas políticas sólidas”, añaden.
Payan y Cruz señalan que la inmigración “debe verse como la mayor oportunidad para impulsar el crecimiento general y construir una fuerza laboral más fuerte y legal, y mantener a Estados Unidos prosperando en una economía mundial cada vez más competitiva”. EFE