Nueva York obligada a rediseñar su mapa electoral, que es clave para el Congreso de EE.UU.
La decisión supone un paso más en la prolongada batalla legal que demócratas y republicanos mantienen sobre la distribución de distritos electorales en Nueva York, un bastión progresista pero en el que los conservadores lograron importantes avances en las pasadas elecciones.
Nueva York – Un tribunal de apelaciones decretó este jueves que el estado de Nueva York debe rediseñar su mapa electoral de cara a las próximas legislativas en Estados Unidos, dando la razón al Partido Demócrata, que en los últimos comicios se vio perjudicado por esta distribución y terminó por perder el control de la Cámara de Representantes.
La decisión supone un paso más en la prolongada batalla legal que demócratas y republicanos mantienen sobre la distribución de distritos electorales en Nueva York, un bastión progresista pero en el que los conservadores lograron importantes avances en las pasadas elecciones.
El mapa actual había sido elaborado por expertos independientes tras un encargo de un juez, que había invalidado un rediseño anterior que favorecía claramente a los demócratas.
El nuevo reparto, con el que se buscaba impulsar la competencia, ayudó a los republicanos a ganar cuatro escaños que fueron importantes para hacerse con la mayoría en la Cámara baja del Congreso estadounidense.
Ahora, con la decisión del tribunal de apelaciones, ese mapa tendrá que volver a rediseñarse y los demócratas, que controlan el legislativo estatal, tendrían capacidad para decidir sobre él.
Los republicanos, mientras, ya han avanzado que apelarán este fallo ante el máximo tribunal del estado de Nueva York.
Esa corte falló el año pasado contra los demócratas por el rediseño que habían hecho de cara a las últimas legislativas al considerar que habían violado la Constitución estatal al usar la táctica conocida como “gerrymandering”, el dibujo caprichoso de mapas electorales para favorecer los intereses de un bando, a veces creando distritos con extrañas formas que permitan concentrar o separar los votos de ciertas minorías o colectivos.
Tradicionalmente, el Partido Demócrata ha sido el que más ha criticado el uso por parte de los republicanos de esa estrategia en buena parte del país, pero en el caso de Nueva York se invirtieron los papeles y fueron los republicanos los que acusaron a sus rivales de ignorar los derechos de los votantes y buscar sólo consolidar su poder.
A diferencia de lo que ocurre en otros estados, en Nueva York el “gerrymandering” está prohibido tras una decisión aprobada en 2014. EFE